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Vicerrectorado de Investigación, Vinculación y Posgrado

"JUNTOS CONSTRUYENDO LA UNIVERSIDAD DE EXCELENCIA"

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Proyecto de Investigación 2019

Impactos económicos, ambientales y sociales derivados de la utilización de los cultivos energéticos en la Provincia de Esmeraldas

Director del Proyecto: Ing. Digmar Alfredo Lajones Bone, Magister

Línea de Investigación: Gestión Ambiental

Objetivo General: Determinar los impactos económicos, ambientales y sociales derivados de la utilización de los cultivos energéticos en la provincia de Esmeraldas. 

Objetivo Específicos: 

  • Realizar el diagnóstico de los cultivos energéticos reconocidos como fuente de biocarburantes presentes en la provincia de Esmeraldas.
  • Definir la superficie agrícola actual destinada a los cultivos energéticos y alimentarios en la provincia de Esmeraldas. 
  • Determinar la capacidad calorífica de los cultivos energéticos seleccionados.
  • Realizar el análisis económico y ambiental de los cultivos energéticos y los procesos tecnológicos aplicables a nivel local para la producción de biocombustibles.
  • Analizar la normativa legal aplicable para el desarrollo de cultivos energéticos en el Ecuador.
  • Seleccionar los cultivos energéticos que presenten las mejores potencialidades para su aprovechamiento en la provincia de Esmeraldas.
  • Valorar la disponibilidad de suelos para su empleo que el desarrollo de cultivos energéticos.
  • Proponer un ordenamiento de la actividad económica que regule la producción alimentaria y la producción de biocombustibles.
  • Generar un sistema de información geográfica sobre la distribución de los cultivos energéticos presentes en la provincia de Esmeraldas, sus características, potencialidades, competencia concultivos alimentarios y sus perspectivas de desarrollo.

Justificación:

Como es sabido, la matriz energética mundial se basa fundamentalmente en el uso de loscombustibles fósiles, principalmente el petróleo y el carbón. Estas fuentes de energíaproporcionan los carburantes para el trasporte a motor y el calor necesario para procesosindustriales y la generación de energía eléctrica en centrales térmicas. Sin embargo, estos materiales son agotables, porque su proceso de regeneración consta de millones de años, y seprevé que las reservas quedarán significativamente esquilmadas en pocas décadas. 

La búsqueda de carburantes alternativos a estos combustibles se ha basado principalmente enla transformación de biomasa en biocombustibles. Se denomina biomasa a la materia orgánicano fosilizada, ya sea originada en un proceso biológico espontáneo o provocado. En términosgenerales, esta materia tiene múltiples usos y utilidades para los hombres, pues constituye labase de nuestra alimentación y es materia prima para gran número de industrias, tal como lafarmacéutica, cosmética, textil, maderera, papelera o ciertos elementos de la construcción.Asimismo, la biomasa puede suponer una fuente de energía, pues se puede transformar ensustancias combustibles denominadas biocombustibles. Es importante diferenciar estos dostérminos pues en numerosos contextos se confunden creyendo que son sinónimos, cuando nolo son (Velázquez, 2006). Los biocombustibles son productos finales comercializables en elmercado energético obtenidos de la transformación física, química o microbiológica de labiomasa, que es su materia prima. Es decir, los biocombustibles son directamente utilizablesen procesos de combustión obteniendo calor. Ese calor podrá ser utilizado directamente o sertransformado en otros tipos de energía, principalmente mecánica o eléctrica. 

Teniendo en cuenta la rápida regeneración de los sistemas productores de biomasa, puedeconsiderarse ésta como una fuente de energía renovable, por ser inagotable. Por otra parte,los residuos de la fabricación de biocombustibles a partir de biomasa, junto sus emisiones enla combustión, presenta contaminaciones menores a las derivadas de la fabricación y uso delos combustibles procedentes del petróleo o carbón, por ello se considera que es una fuente deenergía más limpia. No obstante, hay que advertir que los residuos de la fabricación debiocombustibles no son inexistentes, más aún, presentan problemáticas relevantes en muchasocasiones (Ebadian et al., 2017). 

Es indudable el protagonismo que posee la agricultura como sistema de producción deproductos biomásicos susceptibles de ser transformados en biocombustibles. La valorizaciónde estos productos puede ser un complemento de la renta agraria, dado que supondría uningreso adicional al percibido por la comercialización de alimentos. Según Velázquez (2017),tres aspectos son los que se deben considerar en la promoción de los biocombustiblesagrícolas: primero, la oportunidad que ofrecen para paliar la problemática energética, por lanecesidad de reducir la dependencia del carbón y del petróleo; el segundo, el beneficioambiental, por la necesidad de reducir las emisiones de CO2 que provocan el efectoinvernadero y el sobrecalentamiento del planeta; y tercero, la necesidad que tiene la agriculturay el mundo rural en ciertos países por ser competitivo en una economía globalizada. Los dosprimeros aspectos, energético y medioambiental, son problemáticas globales de todo elplaneta, y probablemente serán resueltos con el esfuerzo internacional. Ahora bien, el terceraspecto, la baja rentabilidad de la agricultura en ciertas regiones, es un problema localizado, ypor tanto su solución dependerá de las soluciones locales y política regional (Seyffarth, 2016).La producción de materias primas para biocombustibles supone una oportunidad para laagricultura local. 

La necesidad de biocarburantes, como sustituyentes de los derivados del petróleo hace pensarque los cultivos energéticos oleaginosos y ricos en hidratos de carbono sufrirán una proliferación en todo el mundo, llegando a globalizarse su comercialización tal como ocurre enel sistema agroalimentario. De los primeros se obtendrá biodiesel, de los segundos bioetanol.La pregunta que suscita la promoción de estos cultivos energéticos en zonas donde laagricultura alimentaria no es rentable es la siguiente; cuando el mercado de biomasa parabiocombustibles esté generalizado y globalizado, ¿Cómo va a influir la aplicación de tierraspara cultivos energéticos en el mercado agrícola alimentario y por ende a la seguridadalimentaria? 

En distintos espacios (académicos, económicos y sociales) se discute la influencia que tiene elempleo de superficie cultivable para la obtención de biomasa para uso energético en losprecios de los alimentos tanto humanos como para la ganadería. Por ejemplo, la producción demaíz para la obtención de almidón, y de él bioetanol, ha provocado un aumento del precio deeste producto, y son conocidas las quejas de los ganaderos de Estados Unidos y Europa(Graham et al., 2007; Katinas et al., 2018), que ven limitada su capacidad de compra y larentabilidad de las explotaciones. Un análisis adecuado del sistema es difícil, pero se hacenecesario. 

De acuerdo al comportamiento natural del mercado, indudablemente el empresario agrariodesea obtener el máximo beneficio y venderá el maíz a aquel sector cuyas exigencias decalidad pueda conseguir al menor coste y le dé por su producto el precio más alto,maximizando así el margen de beneficio (Drabik et al, 2016) El aumento de la demanda debiocombustibles provoca que la influencia sea prácticamente inevitable (Monteiro et al., 2012;Algieri & Leccadito, 2017). Pero nos encontramos con una paradoja, en muchas zonas delmundo, algunas de ellas en Latinoamérica, la agricultura posee baja rentabilidad, atribuida aunos elevados costes en los insumos necesarios (mano de obra, combustible, fertilizantes yplaguicidas) y a unos bajos precios de los alimentos. La producción de biomasa parabiocombustibles debería mejorar esta situación. Una propuesta razonable sería diferenciarzonas donde la producción de alimentos es rentable de zonas donde la producción dealimentos no es rentable. En las zonas donde no es rentable la producción de alimentos setiende a abandonar esta actividad, produciéndose despoblamiento rural y otros problemas decarácter ambiental, como la desertización (Aldy et al., 2012; Gardebroek et al., 2017).Entonces la potenciación de plantaciones energéticas puede ser una oportunidad. Estosignifica que, mediante una planificación adecuada, es decir, una ordenación del territoriodesde el punto de vista legal, se debería limitar la producción de biocombustibles en zonas dealta rentabilidad en productos alimentarios, y potenciar las plantaciones energéticas en zonasdonde ésta no es rentable (Huang et al., 2012). Encontrar el equilibrio entre la demanda yoferta, para que los precios tanto de alimentos como biocombustibles sean asequibles ycubriesen las necesidades es difícil. Pero es indudable que la subida de precio de losalimentos puede ser paliada en zonas del tercer mundo si sube su renta por lacomercialización de combustibles, dado que pueden comprarlos más fácilmente (Timilsina etal., 2012). 

Varios proyectos de investigación muy interesantes han intentado predecir los efectos de laglobalización de la agricultura energética, es decir, predecir sus impactos antes de que seproduzcan, tales como los de Dority y Tenkorang, (2016), Baral y Rabotyagov, (2017) o el de Guo et al.(2018). Estos pueden ser positivos, negativos o neutros. Uno de los impactos puedeser la interferencia de los mercados energético y alimentario (negativo o positivo). 

Ecuador, con un consumo de 4 millones de toneladas anuales de gasóleo según el BancoCentral del Ecuador (Balance Energético Nacional, 2013), 7,3 millones de hectáreas de laboragrícolas de las que hay que restar tierras de pastos, por lo que sólo tiene disponible 2,4millones de hectáreas destinadas a cultivos permanentes o transitorios. Los cultivospotenciales para obtener aceite para biodiesel en Ecuador son la palma africana y la Jatrophacurcas, con un rendimiento medio de 12 t semillas/hectárea, que equivalen a 4 t deaceite/hectárea. Esto significa que para cubrir las necesidades de gasóleo del país debencultivarse 1 millón de hectáreas, el 41% de la superficie destinada a cultivos permanentes ytransitorios. Esto parece más viable, pero ¿Cómo influirá esto en los alimentos? Además, si lademanda mundial es elevada, ¿no exportará a otros países como España? 

Demás está señalar, que tanto la alimentación como la energía son necesidades primarias delser humano. Como se ha demostrado los recursos del planeta son escasos, y las necesidades primarias elevadas. Si comparten los medios de producción no es posible predecir de modo rápido la influencia en los sistemas económicos. 

En definitiva, a través del proyecto se pretende detectar los problemas antes de que seproduzcan, asociados a un futuro inminente e inevitable dentro del contexto bioenergético y bioeconómico. Se propondrán soluciones y orientaciones para la ordenación de la producción yel territorio. Se obtendrá información básica para la actualización o perfeccionamiento de la legislación vigente con el fin de articular estrategias para el fomento de los biocombustibles enEcuador, particularizando en la provincia de Esmeraldas.

Contacto: digmar.lajones@utelvt.edu.ec

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